Cine Kodak Royal Magazine (1955)

Cámara filmadora de 16 mm de
estilo art-deco. Era considerada la cámara filmadora personal más fina de Kodak
en su época. Se mueve por manivela y trae un lente Kodak Anastigmat F 1.9 de 25
mm., también exhibe carga automática e incluye un lente Ektar de alta calidad. Perteneció al patriarca bugueño Oscar Cabal Cabal, quien la adquirió en Francia. Fue donada al museo por su hijo, Ciro Cabal Cabal.
Bell & Howell 8 mm Magazine Camera 172

Pequeña filmadora donada por el señor Juan Jacobo Carvajal Carvajal.
Bell & Howell Filmo Double Run Eight

Perteneció al ciudadano norteamericano Gregg Paris y fue donada al museo gracia a la gestión de su amigo Paul Linkmeyer.
May Minar (1960 -1970)

Novedoso y práctico proyector de teatro ambulante, de Silvia, Cauca. Fue usado para la presentación de películas de 35 mm durante unas cuatro décadas, para exhibir largometrajes en los municipios de Silvia, Piendamó, Tunía, Totoró, Inzá, La Plata y algunos corregimientos del departamento del Cauca.
Un consagrado microempresario era quien transportaba el equipo de pueblo en pueblo, a pesar del considerable peso del artefacto. Muchas veces la proyección se hacía al aire libre y en general, se utilizaba una sábana blanca como telón sobre una pared blanca. El emprendedor cinematográfico debió sufrir en los últimos años, con el advenimiento de los modernos equipos para difundir películas, como las cintas de video, el CD o el DVD.
Un consagrado microempresario era quien transportaba el equipo de pueblo en pueblo, a pesar del considerable peso del artefacto. Muchas veces la proyección se hacía al aire libre y en general, se utilizaba una sábana blanca como telón sobre una pared blanca. El emprendedor cinematográfico debió sufrir en los últimos años, con el advenimiento de los modernos equipos para difundir películas, como las cintas de video, el CD o el DVD.
Hortson Cine 16 (1974)

Proyector de cine ambulante de Pueblo Tapao, Quindío. Utilizado para la presentación de películas de
16 mm. Tiene sistema de audio, motor y cabeza de proyección Hortson Cine 16 construido en Francia. Los equipos de la época, de mediados de los cincuenta y principios de los sesenta, periodo durante el cual fue
construido este proyector, carecían del diseño art deco del cual hicieron gala los primeros
equipos de cinematografía. En la medida en que los proyectores se tornaron más populares, el diseño elaborado fue abandonado y los equipos se convirtieron
en elementos más prácticos, de tal forma que la ornamentación exagerada de los
mismos fue dejada para siempre.
Super Simplex (1930 - 1940)

Proyector que perteneció al Teatro Teusaquillo de Bogotá, Cundinamarca. Usa soporte en forma de pedestal art deco, exhibe una lámpara Peerless Magnarc y cabeza de sonido Simplex sobre cabeza de proyección Simplex E-7, ambas fabricadas por IPC. Este bellísimo proyector fue empleado en el conocido teatro capitalino por más de cinco décadas. Fue reparado por el especialista Omar Lara, al momento del cierre definitivo del emblemático teatro bogotano.
En EE.UU. la producción de cabezas de sonido estuvo separada de la producción de cabezas proyectoras, hasta hace muy poco. Por el contrario en Europa, la producción de cabezas de sonido y proyectoras se combino mucho más temprano. En un principio no existían las cabezas de sonido y como no se pensaba que el aditamento fuese a durar tanto, fue por ello que ambos mecanismos especializados estuvieron separados por tanto tiempo.
La silla roja abullonada con estructura de color gris, exhibida junto al proyector en el pabellón de Caliwood, pertenece a ese mismo teatro.
En EE.UU. la producción de cabezas de sonido estuvo separada de la producción de cabezas proyectoras, hasta hace muy poco. Por el contrario en Europa, la producción de cabezas de sonido y proyectoras se combino mucho más temprano. En un principio no existían las cabezas de sonido y como no se pensaba que el aditamento fuese a durar tanto, fue por ello que ambos mecanismos especializados estuvieron separados por tanto tiempo.
La silla roja abullonada con estructura de color gris, exhibida junto al proyector en el pabellón de Caliwood, pertenece a ese mismo teatro.
Super Simplex (1938)

Proyector de cine que perteneció al Teatro Damasco, de Restrepo, Valle del Cauca. Este quipo usa soporte de pata y exhibe una lámpara Brenkert Enarc con recamara Simplex. Junto con su proyector gemelo, fueron empleados durante más de cinco décadas en el mencionado teatro, de propiedad del señor Harold Suárez, quien los cuido con gran esmero y que al ser adquirido por Caliwood se encontraban en perfecto estado.
Durante la proyección, el operario debía cambiar cada 30 minutos, los lápices de carbono empleados para encender la lámpara. La carcasa estaba construida en metal y traía una tapa que protegía al proyeccionista de una posible ceguera causada por las chispas que saltaban fuera de ella. Una de las debilidades tecnológicas presentes con el uso de estos proyectores era el ingrediente empleado para la fabricación de la cinta, el nitrato de celulosa. El compuesto era químicamente idéntico a la pólvora sin humo y si entraba en contacto con las chispas, que a menudo salían volando de la lámpara, existía la gran posibilidad que ocasionase un incendio.
Los proyectores estuvieron ubicados en la cabina de proyección en el tercer piso del teatro, desde el día que fueron traidos e instalados. En la actualidad el teatro no exhibe más películas y está en desuso desde hace un tiempo.
Durante la proyección, el operario debía cambiar cada 30 minutos, los lápices de carbono empleados para encender la lámpara. La carcasa estaba construida en metal y traía una tapa que protegía al proyeccionista de una posible ceguera causada por las chispas que saltaban fuera de ella. Una de las debilidades tecnológicas presentes con el uso de estos proyectores era el ingrediente empleado para la fabricación de la cinta, el nitrato de celulosa. El compuesto era químicamente idéntico a la pólvora sin humo y si entraba en contacto con las chispas, que a menudo salían volando de la lámpara, existía la gran posibilidad que ocasionase un incendio.
Los proyectores estuvieron ubicados en la cabina de proyección en el tercer piso del teatro, desde el día que fueron traidos e instalados. En la actualidad el teatro no exhibe más películas y está en desuso desde hace un tiempo.
Super Simplex (1938)

Proyector de cine que perteneció al Teatro Sucre, Ipiales, Nariño. Usa soporte de pata, exhibe una recamara Brenkert Enarc con caja de proyección y motor Simplex E-7. Este aparato fue rescatado por don Hugo González Martínez y permutado por un proyector de la colección de Caliwood con el fin de enriquecer el aservo cinematográfico de la institución. La mayoría de las máquinas para presentar cine, venían pintadas de color negro, pues desde la época de su fabricación era conocido que la pintura en ese color era mucho más barata. No obstante algunos fabricantes menos timoratos pintaron sus proyectores de colores verde, gris, azul, vino tinto, café oscuro, plateado y dorado.
IPC Simplex (1930 - 1940)

Proyector de cine del
corregimiento de La Cruz, Nariño. Fue adquirido a don Hugo González Martínez,
agricultor pastuso, muy interesado en los equipos de proyección de cinematografía
antiguos. El proyector es de fabricación norteamericana. Posee una lámpara con
sistema de arco voltaico Strong Junior-Hi-Projection para películas de 35 mm.
Aun después de más de seis décadas de uso, se encuentra en perfectas
condiciones de funcionamiento. Tiene la virtud, por su configuración, de
pertenecer a la categoría de los proyectores de cine portátiles. El pedestal,
en forma rectangular, fue reconstruido en Cali por artesanos metalúrgicos,
siguiendo los estándares de restauración exigidos por Caliwood.
Cine Bar Palos de Moguer

La sala estaba situada dentro del bar restaurante Palos de Moguer, en la Avenida 6A Norte con Calle 22. Tenia capacidad para 50 espectadores en un area interior cubierta con carpa de vinilo que por su exposición a la intemperie solo permitia funciones de cine nocturnas.
Desde 2003 se convirtió en producto bandera del entonces santuario del cine independiente en Cali, el Cine Bar Palos de Moguer.
Luego de consolidarse entre 2003 y 2007 en el Cine Bar Palos de Moguer como una alternativa abierta a toda clase de público para aprender a apreciar en mayor medida el Séptimo Arte, desde 2008 nuestro Seminario llegó a la cálida sala de la Cinemateca Proartes, en la preciosa Casa Proartes.
el Taller de Apreciación Cinematográfica desarrollado por Alberto Posso Gómez, como ‘hijo’ de la materia electiva que dictó durante varios años en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Santiago de Cali.
Desde 2003 se convirtió en producto bandera del entonces santuario del cine independiente en Cali, el Cine Bar Palos de Moguer.
Luego de consolidarse entre 2003 y 2007 en el Cine Bar Palos de Moguer como una alternativa abierta a toda clase de público para aprender a apreciar en mayor medida el Séptimo Arte, desde 2008 nuestro Seminario llegó a la cálida sala de la Cinemateca Proartes, en la preciosa Casa Proartes.
el Taller de Apreciación Cinematográfica desarrollado por Alberto Posso Gómez, como ‘hijo’ de la materia electiva que dictó durante varios años en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Santiago de Cali.
Cinemateca La Tertulia

“La Cinemateca es el sitio donde se presenta el Cine, no para un público selecto, pero sí un cine selecto para todo público. Un amante del cine es aquel que cuando le dicen que una película es mala, la ve, para poder darse cuenta si verdaderamente es mala; es decir, hay que verlas todas, esa es la realidad de un verdadero cinéfilo”.
Gino Faccio R.
Una Idea, un Proyecto
El 9 de Marzo de 1956 inicia las actividades de La Corporación La Tertulia para la Enseñanza Popular, Museos y Extensión Cultural con la exhibición de la película “La Heredera” protagonizada por Olivia De Havilland. Para entonces La Tertulia era una casa vieja construida con columnas de madera en el año de 1900, ubicada en la calle 5ª N° 4-10 del Cali viejo. Maritza Uribe de Urdinola, alma y motor del Museo La Tertulia junto con un grupo de amigos, dejaron a un lado las actividades cotidianas de la época, por la apasionada tarea de educar desde su tertuliadero, la casa de la señora Maritza; pero llegó el momento en que ya no había espacio para tantas personas, razón por la cual se pensó en crear algo más definido, que ampliase el radio de acción. Así fue como la vieja casona de la calle 5ª sirvió de sede por 12 años. La Tertulia empezó como una Empresa filantrópica, sostenida con aportes particulares, fue el ambiente donde se discutieron y analizaron toda clase de temas, no siempre culturales. Un ejemplo claro fue en la época del gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, cuando se realizaban foros políticos donde se podía debatir temas prohibidos por el gobierno, en publico. La vieja casona donde nació La Tertulia quedó pequeña, y hubo la necesidad de pensar en una nueva edificación. El municipio de Cali donó entonces un lote donde el lecho del Río Cali hacía su paso antes de ser levantado un muro de contención para permitir la construcción de la Avenida Colombia, ese sitio conocido como “El Charco del Burro” fue secado y relleno de tierra y escombros con un vistoso y destacado letrero que decía: “Arroje sus Basuras Aquí”.
En 1968, se inauguró el primer edificio con una superficie de quinientos metros cuadrados, financiado con aportes de entidades oficiales y privadas y con el trabajo de la firma constructora Lago y Sáenz y los cálculos del terreno, hechos por el señor Gino Faccio, sin costo alguno. El primer edificio acogió en una de sus salas, la incipiente colección que era de treinta obras, y destinó la otra para exposiciones rotatorias. Anexo a este bloque inicial se construyó El Teatro al Aire Libre con sus correspondientes camerinos y capacidad para cuatrocientos espectadores. La colección del museo creció, haciéndose necesario ampliar sus instalaciones construyendo un segundo bloque para las exposiciones transitorias y dejar el espacio inicial únicamente para la colección permanente. Con el objeto de preservar el área verde, se construyó una sala subterránea de quinientos metros cuadrados, comenzando los trabajos en junio de 1970 y finalizando en el año de 1971 con la inauguración de la primera Bienal de Artes Gráficas. Surgió después la idea de disponer de un Auditorio que sirviera para conciertos, conferencias y como sede estable del Cine Club. Actualmente El Museo de Arte Moderno La Tertulia, cuenta con tres bloques adicionales; El Taller Infantil, El Edificio Galería-Almacén y Taller de Conservación y Restauración de Obras, único en el Sur Occidente Colombiano, y el Edificio de tres pisos inaugurado en el año 2000 y denominado como VI Etapa del Museo, contando además con cafetería y parqueadero cubierto. Con una colección de más de dos mil obras de arte: Pinturas, Esculturas, Obras Gráficas, Objetos, Instalaciones, Fotografías. El Museo de Arte Moderno La Tertulia de Cali ha conseguido el nivel de los mejores Museos del mundo, aspirando a incrementar y fortalecer el Arte en la región.
Cine Club La Tertulia
El Cine Club la Tertulia inició sus actividades con la primera reunión de socios en 1956, proyectándose la película “La heredera”. En Cali el movimiento del Cineclubismo aparece paralelamente con las actividades de lo que es hoy el Museo de Arte Moderno La Tertulia, los señores Nils Bongue, Jaime Vásquez, Eduardo Gamba Escallón y Gino Faccio, comenzaron proyectando películas en 16 mm en un pequeño telón ubicado en uno de los salones de la antigua casa ubicada en el barrio San Antonio, donde se había fundado el Club Cultural La Tertulia; después de unos años el Cine Club comenzó a programar sus ciclos en diferentes teatros de la ciudad, como el Isaac, Aristi, San Fernando, el Cid, Alameda y el Calima donde se presentó el último ciclo antes de pasar a la Sala Auditorio en septiembre de 1973, con funciones a las 12:15 Meridiano y con un valor de $20. La entrada, se proyectaron las siguientes películas del cine ruso: “El Acorazado Potemkin” (1925) de Eisenstein, “El Rey Lear” (1971) de Korintsev; “Octubre” (1927) de Eisenstein; “El Tío Vania”(1972) de Konchalovsky; “Lenin en 1918” (1939) de Romm.
La idea de crear un Cinemateca en Cali, se gestó desde el mismo momento en que se creó el Museo la Tertulia, el abanderado de la idea fue el señor Ginno Faccio, quien con sus cálculos de construcción, en los terrenos del antiguo “Charco del burro”, ayudó a levantar los primeros edificios del Museo, adecuando una cabina especial para proyectar cine en la Sala Auditorio. Con un auxilio de medio millón de pesos, otorgado por el Instituto Colombiano de Cultura, se inició a mediados de 1970, la construcción del segundo bloque; el 23 de julio de 1971 se inauguró la primera etapa, una Sala Subterránea para la exhibición de grandes exposiciones; la segunda etapa de este nuevo bloque fue la Sala Auditorio, cuyo costo total ascendió a tres millones de pesos y fue financiado por el Banco de la República y la empresa privada de Cali. El auditorio va en gran parte sumergido, brotando fuertemente del terreno como una prolongación en forma del Teatro al Aire Libre. El 22 de febrero de 1974 se estrenó el Auditorio con el concierto del Conjunto Hausmusik de Bogotá, compuesto por nueve personas quienes interpretaron “Miniatura de la Historia de la Música”, desde el siglo I, hasta la época actual –1974-; ejecutado con flautas dulces, viola de gamba, orto, cornamusa, clavecin, theroba y percusión. Después de inaugurar el Auditorio, las directivas del Museo crearon una Junta Coordinadora de Eventos. Se nombró para Música, a la señora Pilar Lago; Cine, al señor Ginno Faccio; Letras, al escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal. Se presentaron eventos que durante un año, llenaron las expectativas del público caleño; entre ellos:
- Charla sobre arqueología por Mauricio puerta.
- Curso de teatro por Enrique Buenaventura.
- Lanzamiento del libro “Historia Abierta del Arte Colombiano” de Marta Traba, critica de arte.
- El guitarrista Narciso Yepes, quien se dio a conocer como uno de los grandes concertistas, con la interpretación del “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo.
- Conferencia sobre “Concordato y Divorcio” a cargo de Fernando Hinestrosa.
- “IV Congreso de la Nueva Narrativa Hispanoamericana” organizado por Gustavo Álvarez Gardeazábal.
- Concierto de opera en homenaje a Giacomo Puccini a cargo de la soprano Carmiña gallo y el tenor Manuel Contreras.
Una vez iniciadas estas actividades, se escogieron los lunes para seguirlas, programando durante varios años, paralelo a los ciclos especiales de cine, hasta que fueron desapareciendo paulatinamente. Por fin en 1975 se concretó el sueño de la Cinemateca.
La Cinemateca
Cuando se empezó la construcción de la segunda etapa del Museo, lo que parecía una quijotada, dio sus resultados, aunque la Sala no fue diseñada para cine, sino para auditorio. Conservando siempre la idea de tener una Cinemateca, surgía la necesidad de conseguir el equipo técnico, aunque no muy costoso, el cual fue donado por la Alcaldía Municipal.
El 6 de mayo de 1975, es inaugurada la Cinemateca la Tertulia, con la presentación de la película “Ludwing, El Rey Loco De Baviera”, dirigida por Luchino Visconti, siendo el Museo fiel a su filosofía, de que los Museos no deben ser estacionarios, sino abarcar en lo posible todos los campos de la cultura, como afirma la señora Maritza. Por lo anterior, la Cinemateca respondió a la necesidad de fomentar en sus diferentes aspectos el Cine como Arte que es, y no solo como un simple medio de entretenimiento. No se trataba de explotar únicamente películas conocidas, sino crear una Educación Cinematográfica y que a su vez sirviera a los Cineastas como medio de tener un archivo de información, tanto de biblioteca, como de filmoteca. Se programaron funciones de Jueves a Domingo a las 7:00 p.m. con un costo de $10.oo, Ludwig..., estaba prevista para cuatro días, sin embargo su éxito alcanzado, con lleno total de la Sala durante estos días, hizo aumentar su programación por ocho días más. A escasos veinte días de inaugurada la Cinemateca, la directiva del Museo se vio obligada a cerrar sus puertas en forma indefinida, mientras se gestionaba la compra de un nuevo proyector. El motivo de la cancelación de la programación se debió exclusivamente a la pésima calidad del equipo de proyección, que por un costo de $100.000.oo, había adquirido la Alcaldía de Cali para donarlos al Museo. Estas maquinas desde un principio presentaban pésimo sonido y desenfoque en la pantalla, lo que origino ciertas criticas por parte de los asistentes; Cine Colombia, la empresa que lo vendió, manifestó en un comunicado que “técnicamente era imposible lograr mejor calidad por tratarse de un equipo viejo que ellos habían acondicionado. El equipo se instalo, pero al proyectar se notaba que la pantalla no era proporcional al equipo y que el teatro no había sido diseñado inicialmente con destino a Sala de Cine, sino que se tenia en segunda plano, agregándole al problema, el uso inadecuado que el operador contratado –resaltando que Erwin Palomino no era el operador- dio a dichas maquinas, ocasionando desajustes en sus piezas”. La solución al problema por parte de Cine de Colombia, fue la de proponer al Museo la compra de unos equipos japoneses de 35 mms, Marca Tokiwa –que en la actualidad funcionan con el agregado del Dolby-, que por un valor de $300.000.oo, eran los más asequibles y recibiendo los equipos vendidos en un principio al municipio, en forma de pago. Después de importar los proyectores a Colombia y adecuarlos a la Sala Auditorio, el 15 de Julio de 1975, reinicio la programación interrumpida con la película “Una Mujer Sin Mañana” dirigida por Fran Perry y protagonizada por Anthony Perkins y con la siguiente serie de películas:
-“Furia” de Fritz Lang. Con Spencer Tracy.
-“En Nombre Del Pueblo Italiano” de Dino Risi. Con Vittorio Gassman.
-“El Jugador” de Alexei Batalov”. Con Tatiana Ivanova
-“Edipo Rey” de Pier Paolo Passolini. Con Silvana Mangano.
-“Otra Vez Salto Sobre Los Charcos” de Karel Kachyna. Con Lubos Vraspir.
-“El Eclipse” de Michelangelo Antonioni. Con Mónica Vití. Censurada por más de diez años en Colombia y estrenada con lleno a reventar en la Cinemateca, según el crítico Andrés Caicedo.
-“Los Delincuentes” de Robert Altman. Con Keith Carradine.
Luego de esa primeras siete películas, los críticos de las columnas culturales de los periódicos “El Pueblo” y “El País”, enfocaron los comentarios a la labor que debía cumplir una Cinemateca. Se refirieron exactamente a la de programar ciclos de países, directores y actores, planteando a los directivos del Museo un cambio en la programación. El Museo acogio las críticas y comenzó en septiembre de 1975 a programar diferentes ciclos, el primero fue de cine Húngaro con películas como: “Un Dia Mas o Menos” de Zoltan Fubri Y “Salmo Rojo” de Miklos Janeso. Después continúo con los siguientes ciclos:
Cine Colombiano en corto y medio metraje.
-“Camilo” (Documental sobre la vida del sacerdote Camilo Torres) de Diego León Giraldo.
-“Colombia 70” de Carlos Álvarez.
-“Asalto” de Carlos Álvarez..
-“Qué es la Democracia” (Dibujos Animados) de Carlos Álvarez.
-“Chircales” de Jorge Silva y Martha Rodríguez.
-“Los Santisimos Hermanos” de Gabriela Samper.
-“El Hombre de Sal” de Gabriela Samper.
-“Un Día Yo Pregunte” de Julio de Álvarez.
La Obra de Shakespeare.
-“Romeo y Julieta” de Franco Zeffirelli
-“Otelo” de Yutkevi
-“Hamlet” de Kosintzer
-“Macbeth” de Polanski
-“Rey Lear” de Kosintzev
Cine Cubano.
-“La Primera Carga al Machete” de Manuel Octavio Gómez
-“Los Días del Agua” de Manuel Octavio Gómez
-“Giron” de Manuel Herrera
Universidad del Valle 30 Años, 1945-1975 : Clásicos del Cine.
-“Sin Novedad en el Frente” (1930) de leáis Milestone
-“Octubre” (1927) de Einsenstein
-“Intolerancia” (1910) de David W. Grifith
-“Umberto D” de Victtorio de sica
Como anécdota importante y especial, la idea de una cinemateca también recaló en Cinéfilos que llevaban a la par con el Cine-Club la Tertulia, una actividad muy efectiva y amplia de dar a conocer lo mejor del cine a la ciudad, es así como Andrés Caicedo, fundador y director del “Cine Club de Cali” y la revista “Ojo al Cine”; se interesa en hacer parte de tan maravillosa idea, a través de una carta dirigida a la directora, y que a continuación trascribo al pie de la letra:
Cali, 1 de marzo de 1973
Sra. Directora
Museo “La Tertulia”
La Ciudad.
Estimada Señora:
Con la presente le estoy enviando una serie de textos publicados por el cine-club de Cali, organización que en el próximo mes de Abril completará 100 exhibiciones continuas de 35mms.
Se han realizado, entre muchos otros; ciclos de Polansky, Truffaut, Chabrol, Buñuel, Losey, Huston, Nicholas Ray, Hitchcock, Godard, Fleischer, Stanley Donen, actividad que ha alentado un extenso material de crítica y la cercanía de un público fijo de 300 personas, compuesto casi en su totalidad por estudiantes de bachillerato y universidad. El Cine Club exhibe todos los sábados en el teatro San Fernando, a las doce y media del día, hora que impide los foros después de cada film, lo cual es un contratiempo. Para obviar esto se hacen exhibiciones en 16 mms. en la Universidad del Valle, Santiago de Cali, galería ciudad solar y diferentes centros comunales.
Existe un film argumental en 16 mms., inconcluso en lo que respecta a sonido: Angelita y Miguel Angel, de Andrés Caicedo y Carlos Mayolo.
En este mes de Marzo efectuaremos un segundo ciclo de Joseph Losey: Tiempo sin Piedad (1957), El ángel de la muerte(1968) y Eva (1962). Y dos films de Orson Welles (los únicos que se consiguen en Colombia): Otelo (1955) y el proceso (1963).
Se de la idea que se tiene de formar una cinemateca en el museo La Tertulia. Le ruego me informe de cuál será su funcionamiento. ¿Ya se ha pensado en algunos films? Las casas distribuidoras queman las copias existentes en Colombia una vez que se vence el derecho de explotación, no importa que estén en perfecto estado.
Entre las últimas quemas se encontraban: El Sirviente (Losey), Sonrisas de una noche de verano y el silencio (Bergman), La gran ilusión (Renoir), Los mequetrefes (Chabrol) y The manchurian candidate (único film interesante de John Frankenheimer). Por medio de una institución influyente como La Tertulia se podrían recuperar films claves destinados a la quema; por ejemplo Eva, cuyo plazo se vence dentro de poco.
El cine Club ofrece, pues, toda su colaboración, Nosotros sabemos exactamente cuáles son las películas que existen en toda Colombia.
Sin más por el momento, de usted, atentamente,
Andrés Caicedo, director del Cine Club de Cali
El interés quedo sobre el tintero, no se conoce si hubo una respuesta al respecto, pero quedo para la historia del museo y la cinemateca el registro. Indirectamente su contacto fue como asistente a las primeras funciones proyectadas en los dos primeros años en la Sala Auditorio, siempre en los primeros puestos y al lado izquierdo, o como crítico en su columna “Ojo Crítico”, del periódico “El Pueblo”.
Dirección y Función de la Cinemateca
Inicialmente hubo una junta asesora que se encargaba de programar los diversos eventos que se presentaban en la llamada sala auditorio, dándose luego un giro especial en el sentido de dejarla sólo para Cine. Es así como el señor Gino Faccio se coloca al frente y comienza a programar, luego, Ramiro Arbeláez comienza una etapa importante de consolidación y organización de la cinemateca, actividad que llevaba a la par con la dirección del cine Club de Cali, y en ese sentido se podía intercalar ciertas películas en la programación de las dos entidades, Arbeláez dirige la cinemateca hasta bien entrado los años ochentas, vinculando al actual director como asistente en la dirección. Cabe recordar otros directores como el cineasta Luis Ospina, el comunicador social Julián Tenorio y en la actualidad Eugenio Jaramillo, quien se desempeña en el cargo desde los años ochentas, siendo un observador importante del auge y crisis de las salas de cine en Cali y la divulgación cinematográfica en la Cinemateca la Tertulia.
Para Eugenio Jaramillo, la función específica que debe desempeñar la cinemateca la Tertulia debe de estar determinada por tres niveles de trabajo: la recuperación, catalogación y conservación de las imágenes en movimiento; y paralelas a las actividades centrales se desarrollan la documentación y la difusión, dándole mayor prioridad a la exhibición desde su fundación. Numéricamente el archivo es bien discreto si se compara con los treinta mil ejemplares que posee la Cinemateca de Moscú o con la Cinemateca de Cuba, que tiene la edad de la Tertulia y reúne en sus bodegas más de quince mil largometrajes. Sin contar los títulos que posee el archivo fílmico del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Sin embargo la cinemateca logro reunir algunos filmes clásicos en 35 mm como por ejemplo: “Los Verdugos También Mueren” de Fritz Lang, “Los Ojos del Siglo”, documental Argentino, “Mi Padre” de Istvan Szabó, “Cuchillo al Agua” de Roman Polanski, “La Ciudad se Defiende” con guión de Federico Fellini, “Becket” con Richard Burton y Peter O´toole, “Toto Busca Paz” de Jerry Lewis, “Los Miserables” de Claude Chabrol diecinueve títulos de la cinematografía mexicana, doce cintas en 16 mm, documentales mudos y noticieros. Lastimosamente la falta de un sitio adecuado, que tenga las características de un cuarto con la temperatura apropiada para la conservación de estas cintas, ha ocasionado que la mayoría de estos archivos fílmicos se perdiera, sin una solución a la vista para los que quedan en la actualidad. Una colección, que si cuenta con mejor “suerte”, es la Hemeroteca, que en la actualidad tiene a su haber colecciones de revistas de cine de diferentes nacionalidades, plegables y enciclopedias especiales de cine, además de algunos libros especializados, que esperan un mejor espacio que el actual, donde abarque todo el material bibliográfico con que cuenta el propio museo, y así su consulta sea la indicada para la comunidad que lo desee.
El Presente de la Cinemateca La Tertulia
En la actualidad y desde dos años atrás se volvió a crear un Cine club, con el objetivo de motivar y educar a la juventud y al publico en general que asiste a cada función de los sábados en el horario de las 4: pm, el gusto por el cine de arte y ensayo, conscientizándole de alguna forma en el valor intrínseco que nos depara el séptimo arte al permitir divertirnos de una manera sana, económica e inteligentemente. Con objetivos específicos como entregarle al Museo la Tertulia una actividad con la que este comenzó por allá en el año 1956 y que siempre ha sido importante por presentar a la ciudad un cine diferente y de calidad sistemática. Por cautivar al público de la ciudad de Cali, para que conozca y se familiarice con este espacio tan olvidado y abandonado en los últimos años, para que en un futuro –que esperamos no sea lejano-, sientan ellos la necesidad de asistir a las proyecciones de la Cinemateca la Tertulia. Para programar y presentar obras maestras del cine mundial o ese cine que nunca paso por la cinemateca, buscando siempre la excelencia y guiándonos por géneros cinematográficos o directores reconocidos. Finalmente para buscar que la gente reconozca al Museo de Arte Moderno la Tertulia como un lugar de encuentro y con actividades diversas y económicas, porque la asistencia al Cine Club puede generar visitas a las salas de exposición permanente que normalmente son poco asistidas. En la actualidad la Cinemateca maneja una programación que a veces se torna repetitiva, de los ciclos que se proyectaban antes con cierta frecuencia, queda muy poco. Aún así, se mantienen contactos con algunas asociaciones como la Alianza Colombo Francesa y el festival Eurocine, que se celebra anualmente en Colombia, se mantienen vigentes presentando cine europeo para ser exhibido al público de Cali. Desde algunos años la Cinemateca programa estrenos por espacio de quince o diez días, llegando al punto de perder una considerable cantidad de espectadores acostumbrados a una programación diferente, variada, especial, etc., aunque también esta deserción de un público asiduo, lleva a cuestionar qué es lo que realmente está sucediendo en la ciudad; las nuevas alternativas del “Múltiplex” quienes ofrecen diversidad y comodidad o falta de divulgación y gestión para mantener un público cautivo como en las décadas de los setenta, del ochenta y gran parte del noventa, llegando a más de un millón de personas.
A Modo de Conclusión
El Cine-Club en los años sesenta y parte de los setenta, intentaba educar o deseducar a la gente en su forma de ver el cine, fue el período en donde mejor se constituyó porque tenía un público estudiantil, el cual se aprovechaba para la realización de foros al finalizar cada función. La cinemateca era el sitio de moda. Le daba a los cinéfilos lo que otras salas no les ofrecían, ciclos completos de películas que nunca habían sido proyectadas en Cali, como algunas de Bergman y Buñuel. Actualmente se ha perdido el público, las películas y el entusiasmo por ver el buen cine. Se está dedicando a sobrevivir, desarrollando una actividad muy limitada por razones de presupuesto, programando estrenos con ciclos especiales, que a veces funcionan. El futuro es grande, muy amplio si se ejerce una carga positiva por parte de las Directivas del Museo, con una buena pauta publicitaria, sobre todo precisa, un mantenimiento continuo de la sala y sus equipos y una programación variada para atraer el público perdido, e involucre a aquellos desconocidos que la ignoran y se encuentran expandidos en la ciudad. Son 30 años llenos de anécdotas y muchos rollos con estrellas de todos los estilos; donde un proyecto se gesto a partir de las ganas de construir para la ciudad de Cali un centro cultural de diversas manifestaciones; ahí esta, una sala que perdura después de muchos años y que guarda en cada uno de sus espacios, la oscuridad, las risas, los gritos, las lagrimas, los abrazos, y al final los aplausos cuando sale en la pantalla el tan esperado Fin.
FUENTES Fuentes Orales -Entrevistas realizadas entre Septiembre y Noviembre del año 2000-
-Alberto Barbosa. Promotor de la publicidad cultural de la ciudad de Cali.
-Gino Faccio R. Fundador y Director de la Cinemateca la Tertulia.
-Eugenio Jaramillo L. Actual Director de la Cinemateca la Tertulia.
-Erwin R. Palomino. Operador de Cine, vinculado a la Cinemateca la Tertulia.
Otras Fuentes
- Archivo de prensa. Museo de Arte Moderno La Tertulia. Periódicos El Pueblo, El País y Occidente (1967-1975).
-Libro Institucional. Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali-Colombia, 1956-1986, Edición 100 Obras de la colección.
-Libro Institucional. Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali-Colombia, 1956-1996, Edición 100 obras de la colección.
-Gaceta Dominical. El País, Cali Noviembre de 2000.
Gino Faccio R.
Una Idea, un Proyecto
El 9 de Marzo de 1956 inicia las actividades de La Corporación La Tertulia para la Enseñanza Popular, Museos y Extensión Cultural con la exhibición de la película “La Heredera” protagonizada por Olivia De Havilland. Para entonces La Tertulia era una casa vieja construida con columnas de madera en el año de 1900, ubicada en la calle 5ª N° 4-10 del Cali viejo. Maritza Uribe de Urdinola, alma y motor del Museo La Tertulia junto con un grupo de amigos, dejaron a un lado las actividades cotidianas de la época, por la apasionada tarea de educar desde su tertuliadero, la casa de la señora Maritza; pero llegó el momento en que ya no había espacio para tantas personas, razón por la cual se pensó en crear algo más definido, que ampliase el radio de acción. Así fue como la vieja casona de la calle 5ª sirvió de sede por 12 años. La Tertulia empezó como una Empresa filantrópica, sostenida con aportes particulares, fue el ambiente donde se discutieron y analizaron toda clase de temas, no siempre culturales. Un ejemplo claro fue en la época del gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, cuando se realizaban foros políticos donde se podía debatir temas prohibidos por el gobierno, en publico. La vieja casona donde nació La Tertulia quedó pequeña, y hubo la necesidad de pensar en una nueva edificación. El municipio de Cali donó entonces un lote donde el lecho del Río Cali hacía su paso antes de ser levantado un muro de contención para permitir la construcción de la Avenida Colombia, ese sitio conocido como “El Charco del Burro” fue secado y relleno de tierra y escombros con un vistoso y destacado letrero que decía: “Arroje sus Basuras Aquí”.
En 1968, se inauguró el primer edificio con una superficie de quinientos metros cuadrados, financiado con aportes de entidades oficiales y privadas y con el trabajo de la firma constructora Lago y Sáenz y los cálculos del terreno, hechos por el señor Gino Faccio, sin costo alguno. El primer edificio acogió en una de sus salas, la incipiente colección que era de treinta obras, y destinó la otra para exposiciones rotatorias. Anexo a este bloque inicial se construyó El Teatro al Aire Libre con sus correspondientes camerinos y capacidad para cuatrocientos espectadores. La colección del museo creció, haciéndose necesario ampliar sus instalaciones construyendo un segundo bloque para las exposiciones transitorias y dejar el espacio inicial únicamente para la colección permanente. Con el objeto de preservar el área verde, se construyó una sala subterránea de quinientos metros cuadrados, comenzando los trabajos en junio de 1970 y finalizando en el año de 1971 con la inauguración de la primera Bienal de Artes Gráficas. Surgió después la idea de disponer de un Auditorio que sirviera para conciertos, conferencias y como sede estable del Cine Club. Actualmente El Museo de Arte Moderno La Tertulia, cuenta con tres bloques adicionales; El Taller Infantil, El Edificio Galería-Almacén y Taller de Conservación y Restauración de Obras, único en el Sur Occidente Colombiano, y el Edificio de tres pisos inaugurado en el año 2000 y denominado como VI Etapa del Museo, contando además con cafetería y parqueadero cubierto. Con una colección de más de dos mil obras de arte: Pinturas, Esculturas, Obras Gráficas, Objetos, Instalaciones, Fotografías. El Museo de Arte Moderno La Tertulia de Cali ha conseguido el nivel de los mejores Museos del mundo, aspirando a incrementar y fortalecer el Arte en la región.
Cine Club La Tertulia
El Cine Club la Tertulia inició sus actividades con la primera reunión de socios en 1956, proyectándose la película “La heredera”. En Cali el movimiento del Cineclubismo aparece paralelamente con las actividades de lo que es hoy el Museo de Arte Moderno La Tertulia, los señores Nils Bongue, Jaime Vásquez, Eduardo Gamba Escallón y Gino Faccio, comenzaron proyectando películas en 16 mm en un pequeño telón ubicado en uno de los salones de la antigua casa ubicada en el barrio San Antonio, donde se había fundado el Club Cultural La Tertulia; después de unos años el Cine Club comenzó a programar sus ciclos en diferentes teatros de la ciudad, como el Isaac, Aristi, San Fernando, el Cid, Alameda y el Calima donde se presentó el último ciclo antes de pasar a la Sala Auditorio en septiembre de 1973, con funciones a las 12:15 Meridiano y con un valor de $20. La entrada, se proyectaron las siguientes películas del cine ruso: “El Acorazado Potemkin” (1925) de Eisenstein, “El Rey Lear” (1971) de Korintsev; “Octubre” (1927) de Eisenstein; “El Tío Vania”(1972) de Konchalovsky; “Lenin en 1918” (1939) de Romm.
La idea de crear un Cinemateca en Cali, se gestó desde el mismo momento en que se creó el Museo la Tertulia, el abanderado de la idea fue el señor Ginno Faccio, quien con sus cálculos de construcción, en los terrenos del antiguo “Charco del burro”, ayudó a levantar los primeros edificios del Museo, adecuando una cabina especial para proyectar cine en la Sala Auditorio. Con un auxilio de medio millón de pesos, otorgado por el Instituto Colombiano de Cultura, se inició a mediados de 1970, la construcción del segundo bloque; el 23 de julio de 1971 se inauguró la primera etapa, una Sala Subterránea para la exhibición de grandes exposiciones; la segunda etapa de este nuevo bloque fue la Sala Auditorio, cuyo costo total ascendió a tres millones de pesos y fue financiado por el Banco de la República y la empresa privada de Cali. El auditorio va en gran parte sumergido, brotando fuertemente del terreno como una prolongación en forma del Teatro al Aire Libre. El 22 de febrero de 1974 se estrenó el Auditorio con el concierto del Conjunto Hausmusik de Bogotá, compuesto por nueve personas quienes interpretaron “Miniatura de la Historia de la Música”, desde el siglo I, hasta la época actual –1974-; ejecutado con flautas dulces, viola de gamba, orto, cornamusa, clavecin, theroba y percusión. Después de inaugurar el Auditorio, las directivas del Museo crearon una Junta Coordinadora de Eventos. Se nombró para Música, a la señora Pilar Lago; Cine, al señor Ginno Faccio; Letras, al escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal. Se presentaron eventos que durante un año, llenaron las expectativas del público caleño; entre ellos:
- Charla sobre arqueología por Mauricio puerta.
- Curso de teatro por Enrique Buenaventura.
- Lanzamiento del libro “Historia Abierta del Arte Colombiano” de Marta Traba, critica de arte.
- El guitarrista Narciso Yepes, quien se dio a conocer como uno de los grandes concertistas, con la interpretación del “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo.
- Conferencia sobre “Concordato y Divorcio” a cargo de Fernando Hinestrosa.
- “IV Congreso de la Nueva Narrativa Hispanoamericana” organizado por Gustavo Álvarez Gardeazábal.
- Concierto de opera en homenaje a Giacomo Puccini a cargo de la soprano Carmiña gallo y el tenor Manuel Contreras.
Una vez iniciadas estas actividades, se escogieron los lunes para seguirlas, programando durante varios años, paralelo a los ciclos especiales de cine, hasta que fueron desapareciendo paulatinamente. Por fin en 1975 se concretó el sueño de la Cinemateca.
La Cinemateca
Cuando se empezó la construcción de la segunda etapa del Museo, lo que parecía una quijotada, dio sus resultados, aunque la Sala no fue diseñada para cine, sino para auditorio. Conservando siempre la idea de tener una Cinemateca, surgía la necesidad de conseguir el equipo técnico, aunque no muy costoso, el cual fue donado por la Alcaldía Municipal.
El 6 de mayo de 1975, es inaugurada la Cinemateca la Tertulia, con la presentación de la película “Ludwing, El Rey Loco De Baviera”, dirigida por Luchino Visconti, siendo el Museo fiel a su filosofía, de que los Museos no deben ser estacionarios, sino abarcar en lo posible todos los campos de la cultura, como afirma la señora Maritza. Por lo anterior, la Cinemateca respondió a la necesidad de fomentar en sus diferentes aspectos el Cine como Arte que es, y no solo como un simple medio de entretenimiento. No se trataba de explotar únicamente películas conocidas, sino crear una Educación Cinematográfica y que a su vez sirviera a los Cineastas como medio de tener un archivo de información, tanto de biblioteca, como de filmoteca. Se programaron funciones de Jueves a Domingo a las 7:00 p.m. con un costo de $10.oo, Ludwig..., estaba prevista para cuatro días, sin embargo su éxito alcanzado, con lleno total de la Sala durante estos días, hizo aumentar su programación por ocho días más. A escasos veinte días de inaugurada la Cinemateca, la directiva del Museo se vio obligada a cerrar sus puertas en forma indefinida, mientras se gestionaba la compra de un nuevo proyector. El motivo de la cancelación de la programación se debió exclusivamente a la pésima calidad del equipo de proyección, que por un costo de $100.000.oo, había adquirido la Alcaldía de Cali para donarlos al Museo. Estas maquinas desde un principio presentaban pésimo sonido y desenfoque en la pantalla, lo que origino ciertas criticas por parte de los asistentes; Cine Colombia, la empresa que lo vendió, manifestó en un comunicado que “técnicamente era imposible lograr mejor calidad por tratarse de un equipo viejo que ellos habían acondicionado. El equipo se instalo, pero al proyectar se notaba que la pantalla no era proporcional al equipo y que el teatro no había sido diseñado inicialmente con destino a Sala de Cine, sino que se tenia en segunda plano, agregándole al problema, el uso inadecuado que el operador contratado –resaltando que Erwin Palomino no era el operador- dio a dichas maquinas, ocasionando desajustes en sus piezas”. La solución al problema por parte de Cine de Colombia, fue la de proponer al Museo la compra de unos equipos japoneses de 35 mms, Marca Tokiwa –que en la actualidad funcionan con el agregado del Dolby-, que por un valor de $300.000.oo, eran los más asequibles y recibiendo los equipos vendidos en un principio al municipio, en forma de pago. Después de importar los proyectores a Colombia y adecuarlos a la Sala Auditorio, el 15 de Julio de 1975, reinicio la programación interrumpida con la película “Una Mujer Sin Mañana” dirigida por Fran Perry y protagonizada por Anthony Perkins y con la siguiente serie de películas:
-“Furia” de Fritz Lang. Con Spencer Tracy.
-“En Nombre Del Pueblo Italiano” de Dino Risi. Con Vittorio Gassman.
-“El Jugador” de Alexei Batalov”. Con Tatiana Ivanova
-“Edipo Rey” de Pier Paolo Passolini. Con Silvana Mangano.
-“Otra Vez Salto Sobre Los Charcos” de Karel Kachyna. Con Lubos Vraspir.
-“El Eclipse” de Michelangelo Antonioni. Con Mónica Vití. Censurada por más de diez años en Colombia y estrenada con lleno a reventar en la Cinemateca, según el crítico Andrés Caicedo.
-“Los Delincuentes” de Robert Altman. Con Keith Carradine.
Luego de esa primeras siete películas, los críticos de las columnas culturales de los periódicos “El Pueblo” y “El País”, enfocaron los comentarios a la labor que debía cumplir una Cinemateca. Se refirieron exactamente a la de programar ciclos de países, directores y actores, planteando a los directivos del Museo un cambio en la programación. El Museo acogio las críticas y comenzó en septiembre de 1975 a programar diferentes ciclos, el primero fue de cine Húngaro con películas como: “Un Dia Mas o Menos” de Zoltan Fubri Y “Salmo Rojo” de Miklos Janeso. Después continúo con los siguientes ciclos:
Cine Colombiano en corto y medio metraje.
-“Camilo” (Documental sobre la vida del sacerdote Camilo Torres) de Diego León Giraldo.
-“Colombia 70” de Carlos Álvarez.
-“Asalto” de Carlos Álvarez..
-“Qué es la Democracia” (Dibujos Animados) de Carlos Álvarez.
-“Chircales” de Jorge Silva y Martha Rodríguez.
-“Los Santisimos Hermanos” de Gabriela Samper.
-“El Hombre de Sal” de Gabriela Samper.
-“Un Día Yo Pregunte” de Julio de Álvarez.
La Obra de Shakespeare.
-“Romeo y Julieta” de Franco Zeffirelli
-“Otelo” de Yutkevi
-“Hamlet” de Kosintzer
-“Macbeth” de Polanski
-“Rey Lear” de Kosintzev
Cine Cubano.
-“La Primera Carga al Machete” de Manuel Octavio Gómez
-“Los Días del Agua” de Manuel Octavio Gómez
-“Giron” de Manuel Herrera
Universidad del Valle 30 Años, 1945-1975 : Clásicos del Cine.
-“Sin Novedad en el Frente” (1930) de leáis Milestone
-“Octubre” (1927) de Einsenstein
-“Intolerancia” (1910) de David W. Grifith
-“Umberto D” de Victtorio de sica
Como anécdota importante y especial, la idea de una cinemateca también recaló en Cinéfilos que llevaban a la par con el Cine-Club la Tertulia, una actividad muy efectiva y amplia de dar a conocer lo mejor del cine a la ciudad, es así como Andrés Caicedo, fundador y director del “Cine Club de Cali” y la revista “Ojo al Cine”; se interesa en hacer parte de tan maravillosa idea, a través de una carta dirigida a la directora, y que a continuación trascribo al pie de la letra:
Cali, 1 de marzo de 1973
Sra. Directora
Museo “La Tertulia”
La Ciudad.
Estimada Señora:
Con la presente le estoy enviando una serie de textos publicados por el cine-club de Cali, organización que en el próximo mes de Abril completará 100 exhibiciones continuas de 35mms.
Se han realizado, entre muchos otros; ciclos de Polansky, Truffaut, Chabrol, Buñuel, Losey, Huston, Nicholas Ray, Hitchcock, Godard, Fleischer, Stanley Donen, actividad que ha alentado un extenso material de crítica y la cercanía de un público fijo de 300 personas, compuesto casi en su totalidad por estudiantes de bachillerato y universidad. El Cine Club exhibe todos los sábados en el teatro San Fernando, a las doce y media del día, hora que impide los foros después de cada film, lo cual es un contratiempo. Para obviar esto se hacen exhibiciones en 16 mms. en la Universidad del Valle, Santiago de Cali, galería ciudad solar y diferentes centros comunales.
Existe un film argumental en 16 mms., inconcluso en lo que respecta a sonido: Angelita y Miguel Angel, de Andrés Caicedo y Carlos Mayolo.
En este mes de Marzo efectuaremos un segundo ciclo de Joseph Losey: Tiempo sin Piedad (1957), El ángel de la muerte(1968) y Eva (1962). Y dos films de Orson Welles (los únicos que se consiguen en Colombia): Otelo (1955) y el proceso (1963).
Se de la idea que se tiene de formar una cinemateca en el museo La Tertulia. Le ruego me informe de cuál será su funcionamiento. ¿Ya se ha pensado en algunos films? Las casas distribuidoras queman las copias existentes en Colombia una vez que se vence el derecho de explotación, no importa que estén en perfecto estado.
Entre las últimas quemas se encontraban: El Sirviente (Losey), Sonrisas de una noche de verano y el silencio (Bergman), La gran ilusión (Renoir), Los mequetrefes (Chabrol) y The manchurian candidate (único film interesante de John Frankenheimer). Por medio de una institución influyente como La Tertulia se podrían recuperar films claves destinados a la quema; por ejemplo Eva, cuyo plazo se vence dentro de poco.
El cine Club ofrece, pues, toda su colaboración, Nosotros sabemos exactamente cuáles son las películas que existen en toda Colombia.
Sin más por el momento, de usted, atentamente,
Andrés Caicedo, director del Cine Club de Cali
El interés quedo sobre el tintero, no se conoce si hubo una respuesta al respecto, pero quedo para la historia del museo y la cinemateca el registro. Indirectamente su contacto fue como asistente a las primeras funciones proyectadas en los dos primeros años en la Sala Auditorio, siempre en los primeros puestos y al lado izquierdo, o como crítico en su columna “Ojo Crítico”, del periódico “El Pueblo”.
Dirección y Función de la Cinemateca
Inicialmente hubo una junta asesora que se encargaba de programar los diversos eventos que se presentaban en la llamada sala auditorio, dándose luego un giro especial en el sentido de dejarla sólo para Cine. Es así como el señor Gino Faccio se coloca al frente y comienza a programar, luego, Ramiro Arbeláez comienza una etapa importante de consolidación y organización de la cinemateca, actividad que llevaba a la par con la dirección del cine Club de Cali, y en ese sentido se podía intercalar ciertas películas en la programación de las dos entidades, Arbeláez dirige la cinemateca hasta bien entrado los años ochentas, vinculando al actual director como asistente en la dirección. Cabe recordar otros directores como el cineasta Luis Ospina, el comunicador social Julián Tenorio y en la actualidad Eugenio Jaramillo, quien se desempeña en el cargo desde los años ochentas, siendo un observador importante del auge y crisis de las salas de cine en Cali y la divulgación cinematográfica en la Cinemateca la Tertulia.
Para Eugenio Jaramillo, la función específica que debe desempeñar la cinemateca la Tertulia debe de estar determinada por tres niveles de trabajo: la recuperación, catalogación y conservación de las imágenes en movimiento; y paralelas a las actividades centrales se desarrollan la documentación y la difusión, dándole mayor prioridad a la exhibición desde su fundación. Numéricamente el archivo es bien discreto si se compara con los treinta mil ejemplares que posee la Cinemateca de Moscú o con la Cinemateca de Cuba, que tiene la edad de la Tertulia y reúne en sus bodegas más de quince mil largometrajes. Sin contar los títulos que posee el archivo fílmico del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Sin embargo la cinemateca logro reunir algunos filmes clásicos en 35 mm como por ejemplo: “Los Verdugos También Mueren” de Fritz Lang, “Los Ojos del Siglo”, documental Argentino, “Mi Padre” de Istvan Szabó, “Cuchillo al Agua” de Roman Polanski, “La Ciudad se Defiende” con guión de Federico Fellini, “Becket” con Richard Burton y Peter O´toole, “Toto Busca Paz” de Jerry Lewis, “Los Miserables” de Claude Chabrol diecinueve títulos de la cinematografía mexicana, doce cintas en 16 mm, documentales mudos y noticieros. Lastimosamente la falta de un sitio adecuado, que tenga las características de un cuarto con la temperatura apropiada para la conservación de estas cintas, ha ocasionado que la mayoría de estos archivos fílmicos se perdiera, sin una solución a la vista para los que quedan en la actualidad. Una colección, que si cuenta con mejor “suerte”, es la Hemeroteca, que en la actualidad tiene a su haber colecciones de revistas de cine de diferentes nacionalidades, plegables y enciclopedias especiales de cine, además de algunos libros especializados, que esperan un mejor espacio que el actual, donde abarque todo el material bibliográfico con que cuenta el propio museo, y así su consulta sea la indicada para la comunidad que lo desee.
El Presente de la Cinemateca La Tertulia
En la actualidad y desde dos años atrás se volvió a crear un Cine club, con el objetivo de motivar y educar a la juventud y al publico en general que asiste a cada función de los sábados en el horario de las 4: pm, el gusto por el cine de arte y ensayo, conscientizándole de alguna forma en el valor intrínseco que nos depara el séptimo arte al permitir divertirnos de una manera sana, económica e inteligentemente. Con objetivos específicos como entregarle al Museo la Tertulia una actividad con la que este comenzó por allá en el año 1956 y que siempre ha sido importante por presentar a la ciudad un cine diferente y de calidad sistemática. Por cautivar al público de la ciudad de Cali, para que conozca y se familiarice con este espacio tan olvidado y abandonado en los últimos años, para que en un futuro –que esperamos no sea lejano-, sientan ellos la necesidad de asistir a las proyecciones de la Cinemateca la Tertulia. Para programar y presentar obras maestras del cine mundial o ese cine que nunca paso por la cinemateca, buscando siempre la excelencia y guiándonos por géneros cinematográficos o directores reconocidos. Finalmente para buscar que la gente reconozca al Museo de Arte Moderno la Tertulia como un lugar de encuentro y con actividades diversas y económicas, porque la asistencia al Cine Club puede generar visitas a las salas de exposición permanente que normalmente son poco asistidas. En la actualidad la Cinemateca maneja una programación que a veces se torna repetitiva, de los ciclos que se proyectaban antes con cierta frecuencia, queda muy poco. Aún así, se mantienen contactos con algunas asociaciones como la Alianza Colombo Francesa y el festival Eurocine, que se celebra anualmente en Colombia, se mantienen vigentes presentando cine europeo para ser exhibido al público de Cali. Desde algunos años la Cinemateca programa estrenos por espacio de quince o diez días, llegando al punto de perder una considerable cantidad de espectadores acostumbrados a una programación diferente, variada, especial, etc., aunque también esta deserción de un público asiduo, lleva a cuestionar qué es lo que realmente está sucediendo en la ciudad; las nuevas alternativas del “Múltiplex” quienes ofrecen diversidad y comodidad o falta de divulgación y gestión para mantener un público cautivo como en las décadas de los setenta, del ochenta y gran parte del noventa, llegando a más de un millón de personas.
A Modo de Conclusión
El Cine-Club en los años sesenta y parte de los setenta, intentaba educar o deseducar a la gente en su forma de ver el cine, fue el período en donde mejor se constituyó porque tenía un público estudiantil, el cual se aprovechaba para la realización de foros al finalizar cada función. La cinemateca era el sitio de moda. Le daba a los cinéfilos lo que otras salas no les ofrecían, ciclos completos de películas que nunca habían sido proyectadas en Cali, como algunas de Bergman y Buñuel. Actualmente se ha perdido el público, las películas y el entusiasmo por ver el buen cine. Se está dedicando a sobrevivir, desarrollando una actividad muy limitada por razones de presupuesto, programando estrenos con ciclos especiales, que a veces funcionan. El futuro es grande, muy amplio si se ejerce una carga positiva por parte de las Directivas del Museo, con una buena pauta publicitaria, sobre todo precisa, un mantenimiento continuo de la sala y sus equipos y una programación variada para atraer el público perdido, e involucre a aquellos desconocidos que la ignoran y se encuentran expandidos en la ciudad. Son 30 años llenos de anécdotas y muchos rollos con estrellas de todos los estilos; donde un proyecto se gesto a partir de las ganas de construir para la ciudad de Cali un centro cultural de diversas manifestaciones; ahí esta, una sala que perdura después de muchos años y que guarda en cada uno de sus espacios, la oscuridad, las risas, los gritos, las lagrimas, los abrazos, y al final los aplausos cuando sale en la pantalla el tan esperado Fin.
FUENTES Fuentes Orales -Entrevistas realizadas entre Septiembre y Noviembre del año 2000-
-Alberto Barbosa. Promotor de la publicidad cultural de la ciudad de Cali.
-Gino Faccio R. Fundador y Director de la Cinemateca la Tertulia.
-Eugenio Jaramillo L. Actual Director de la Cinemateca la Tertulia.
-Erwin R. Palomino. Operador de Cine, vinculado a la Cinemateca la Tertulia.
Otras Fuentes
- Archivo de prensa. Museo de Arte Moderno La Tertulia. Periódicos El Pueblo, El País y Occidente (1967-1975).
-Libro Institucional. Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali-Colombia, 1956-1986, Edición 100 Obras de la colección.
-Libro Institucional. Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali-Colombia, 1956-1996, Edición 100 obras de la colección.
-Gaceta Dominical. El País, Cali Noviembre de 2000.