E. Leybold's Nachfolger (1905)

Excepcional linterna mágica modelo 2132, fabricada en 1905 por los talleres mecánicos E. Leybold Sucesores, en Colonia, Alemania. Este modelo había sido diseñado algunos años antes por la empresa y formaba parte de la amplia variedad de productos ofertados en su catálogo. El modelo se concibió como un 'aparato de proyección universal' y se empleó principalmente para proyectar imágenes en láminas de vidrio.
La linterna se encuentra en perfecto estado de conservación y está construida en madera pulida de caoba con finas piezas de bronce. Se distingue por tener una estructura cuadrangular con orificios en sus costados inferiores para refrigerarse con aire, trae un manto de terciopelo negro en la parte trasera y exhibe una chimenea en el dorso por donde deja escapar el calor producido por una bombilla incandescente en su interior.
Ya desde 1892 la bombilla eléctrica había reemplazado a la vieja tecnología de luz de cal, una deslumbrante luz blanca que se producía al dirigir una llama de alcohol muy caliente sobre una pastilla de cal; la nueva bombilla proporcionaba ahora la iluminación necesaria para proyectar las láminas que se deslizaban por la ranura detrás del foco de la linterna, mostrando de esta forma las primeras imágenes que se vieron en el mundo durante el periodo del precine, a finales del siglo XIX.
Este hermoso ejemplar exhibía las funciones básicas de la linterna mágica clásica, pero al ser concebido como un 'aparato de proyección universal' se le podían instalar hasta 66 diferentes accesorios, que de acuerdo a los registros del Instituto Smithsoniano de Washington, en Maryland, EE.UU., servían para efectuar múltiples experimentos e instrucción científica en laboratorios de física y química, en las salas de lectura, y en las aulas de las escuelas y universidades de toda Alemania a finales del siglo XIX y principios del XX. No se requería atornillar ninguno de los aditamentos a la lámpara pues estos se acoplaban a un orificio en su cara delantera para mayor facilidad de operación. La proyección de láminas con las linterna mágicas, rápidamente se convirtió en la tecnología preferida por los conferencistas e historiadores del arte y se mantuvo en uso durante las siguientes décadas.
La linterna de E. Leybold hace parte de la colección permanente del museo, fue descubierta en un anticuario de Bogotá y se desconoce quién la importó a la capital del país, pero quién lo hizo la protegió con mucho esmero durante los años y por eso pudo sobrevivir intacta y en prístina condición hasta nuestros días.
La linterna se encuentra en perfecto estado de conservación y está construida en madera pulida de caoba con finas piezas de bronce. Se distingue por tener una estructura cuadrangular con orificios en sus costados inferiores para refrigerarse con aire, trae un manto de terciopelo negro en la parte trasera y exhibe una chimenea en el dorso por donde deja escapar el calor producido por una bombilla incandescente en su interior.
Ya desde 1892 la bombilla eléctrica había reemplazado a la vieja tecnología de luz de cal, una deslumbrante luz blanca que se producía al dirigir una llama de alcohol muy caliente sobre una pastilla de cal; la nueva bombilla proporcionaba ahora la iluminación necesaria para proyectar las láminas que se deslizaban por la ranura detrás del foco de la linterna, mostrando de esta forma las primeras imágenes que se vieron en el mundo durante el periodo del precine, a finales del siglo XIX.
Este hermoso ejemplar exhibía las funciones básicas de la linterna mágica clásica, pero al ser concebido como un 'aparato de proyección universal' se le podían instalar hasta 66 diferentes accesorios, que de acuerdo a los registros del Instituto Smithsoniano de Washington, en Maryland, EE.UU., servían para efectuar múltiples experimentos e instrucción científica en laboratorios de física y química, en las salas de lectura, y en las aulas de las escuelas y universidades de toda Alemania a finales del siglo XIX y principios del XX. No se requería atornillar ninguno de los aditamentos a la lámpara pues estos se acoplaban a un orificio en su cara delantera para mayor facilidad de operación. La proyección de láminas con las linterna mágicas, rápidamente se convirtió en la tecnología preferida por los conferencistas e historiadores del arte y se mantuvo en uso durante las siguientes décadas.
La linterna de E. Leybold hace parte de la colección permanente del museo, fue descubierta en un anticuario de Bogotá y se desconoce quién la importó a la capital del país, pero quién lo hizo la protegió con mucho esmero durante los años y por eso pudo sobrevivir intacta y en prístina condición hasta nuestros días.
Lámpara de Proyección (1915)

Lámpara de luz con lente de 300 mm. perteneciente a un proyector cinematográfico de fabricante desconocido. La lámpara fue construida a principios del siglo XX, se asemejaba en construcción a una vieja linterna mágica y se descubrió en Cali en el anticuario Vejeces Cali.
La lámpara, al igual que las clásicas linternas mágicas de las cuales desciende, se caracteriza por su aspecto rectangular en forma de caja. Presenta aberturas circulares a lo largo de su perfil metálico para la refrigeración por aire y luce una chimenea por donde deja escapar el humo generado, ya sea por la quema de patillas de cal en su interior o por la tecnología de arco voltaico con lapices de carbono, y crear de esa manera un intenso fulgor lumínico. Su chimenea en la parte superior posee un raro diseño en forma de medio tubo recostado.
Con el advenimiento de las imágenes en movimiento a partir de 1895, cuando apareció por primera vez el cinematógrafo de los hermanos Lumière en Francia, se hizo necesario contar con medios de iluminación apropiados para proyectar las cintas que corrian esas primeras maquinas proyectoras.
Por un momento de la historia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el vacío tecnológico ocasionado por la ausencia, o poca disponibilidad de plantas eléctricas de gran poder en la mayoría de las ciudades del mundo, fue ocupado por las descendientes directas de las linternas mágicas, las lámparas que quemaban cal y eran adaptadas de forma artesanal, y posteriormente con el advenimiento del arco voltaico las que se adaptaron de manera comercial y quemaban lapices de carbono, todas las cuales fueron acopladas a las nuevas cabezas proyectoras salidas al mercado y empleadas en las primeras salas de cine.
Ese sería el caso de esta lámpara de fabricante desconocido, construida específicamente para dar iluminación al cabezal de un proyector cinematográfico de producción masiva durante la segunda década del siglo pasado. Fue así como estas instalaciones de iluminación híbridas con lámparas reminiscentes del siglo XIX, proporcionaron la luz requerida por las modernas cabezas proyectoras del siglo XX mientras la energía eléctrica se masificaba por el planeta. Esto facilitó durante un corto periodo, la proyección de imágenes en movimiento en los primeros teatros.
La lámpara, al igual que las clásicas linternas mágicas de las cuales desciende, se caracteriza por su aspecto rectangular en forma de caja. Presenta aberturas circulares a lo largo de su perfil metálico para la refrigeración por aire y luce una chimenea por donde deja escapar el humo generado, ya sea por la quema de patillas de cal en su interior o por la tecnología de arco voltaico con lapices de carbono, y crear de esa manera un intenso fulgor lumínico. Su chimenea en la parte superior posee un raro diseño en forma de medio tubo recostado.
Con el advenimiento de las imágenes en movimiento a partir de 1895, cuando apareció por primera vez el cinematógrafo de los hermanos Lumière en Francia, se hizo necesario contar con medios de iluminación apropiados para proyectar las cintas que corrian esas primeras maquinas proyectoras.
Por un momento de la historia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el vacío tecnológico ocasionado por la ausencia, o poca disponibilidad de plantas eléctricas de gran poder en la mayoría de las ciudades del mundo, fue ocupado por las descendientes directas de las linternas mágicas, las lámparas que quemaban cal y eran adaptadas de forma artesanal, y posteriormente con el advenimiento del arco voltaico las que se adaptaron de manera comercial y quemaban lapices de carbono, todas las cuales fueron acopladas a las nuevas cabezas proyectoras salidas al mercado y empleadas en las primeras salas de cine.
Ese sería el caso de esta lámpara de fabricante desconocido, construida específicamente para dar iluminación al cabezal de un proyector cinematográfico de producción masiva durante la segunda década del siglo pasado. Fue así como estas instalaciones de iluminación híbridas con lámparas reminiscentes del siglo XIX, proporcionaron la luz requerida por las modernas cabezas proyectoras del siglo XX mientras la energía eléctrica se masificaba por el planeta. Esto facilitó durante un corto periodo, la proyección de imágenes en movimiento en los primeros teatros.
Stereoptican - Best Device Company (1920)

Stereoptican, modelo 1000, fabricado por la empresa Best Device Co. en Cleveland, Ohio, EE.UU. Desde un punto de vista técnico se trata de una verdadera linterna mágica que para efectos prácticos fue modificada como una proyectora para láminas de vidrio. El museo posee tres ejemplares de este modelo.
Se caracteriza por la elongada lámpara trasera metálica con orificios en el costado que servían para refrigerarla por aire y dejar escapar el humo generado por la quema de pastillas de cal con llama de alcohol en su interior. Ese era el método usado para producir una intensa luz blanca, útil para proyectar las imágenes que venían pintadas en las láminas, las cuales se deslizaban en la ranura frente al foco y eran ampliadas por una lente de aumento en la parte frontal del dispositivo, hacia la pantalla de proyección.
Aunque el ejemplar de la imagen heredo esta vieja tecnología y un diseño similar a las linternas de finales del siglo XIX, fue de hecho fabricada durante la segunda década del siglo XX por Best Device Co. Su diseño exterior no cambio mucho a través de los años, pero su conformación interna si sufrió modificaciones con el advenimiento e incorporación del nuevo sistema de iluminación eléctrica con bombilla incandescente de 1.000 vatios, a cambio de la vieja tecnología de luz de cal y de esta manera logro ser usada por muchísimos años mas, en teatros por todo el mundo, como fue el caso del tradicional Teatro San Fernando de Cali, establecimiento donde se empleo esta unidad, proyectando anuncios y publicidad en láminas de vidrio, que el público podía ver generalmente antes de cada película.
Al igual que este ejemplar de los años 20's, las linternas mágicas que la precedieron durante el periodo del pre-cine, se emplearon para proyectar imágenes en placas de vidrio, transparencias o fotogramas, permitiéndole al público apreciar de forma masiva las primeras manifestaciones visuales de los paisajes y escenas del mundo. En un principio las placas con imágenes eran a menudo dramáticas, detalladas, coloridas e incluían movimiento y fueron consideradas por mucho tiempo como una auténtica maravilla por las audiencias de aquella época. Se reconoce como inventor de la linterna mágica al astrónomo y matemático holandés Christiaan Huygens, en 1659, quien construyó además el primer telescopio de alta resolución y describió matemáticamente la naturaleza ondulatoria de la luz y su propagación a través del espacio. Su dispositivo fue conocido como 'la linterna del miedo' porque era capaz de proyectar imágenes fantasmales que lucían como apariciones. La linterna mágica alcanzaría su pináculo de desarrollo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Se caracteriza por la elongada lámpara trasera metálica con orificios en el costado que servían para refrigerarla por aire y dejar escapar el humo generado por la quema de pastillas de cal con llama de alcohol en su interior. Ese era el método usado para producir una intensa luz blanca, útil para proyectar las imágenes que venían pintadas en las láminas, las cuales se deslizaban en la ranura frente al foco y eran ampliadas por una lente de aumento en la parte frontal del dispositivo, hacia la pantalla de proyección.
Aunque el ejemplar de la imagen heredo esta vieja tecnología y un diseño similar a las linternas de finales del siglo XIX, fue de hecho fabricada durante la segunda década del siglo XX por Best Device Co. Su diseño exterior no cambio mucho a través de los años, pero su conformación interna si sufrió modificaciones con el advenimiento e incorporación del nuevo sistema de iluminación eléctrica con bombilla incandescente de 1.000 vatios, a cambio de la vieja tecnología de luz de cal y de esta manera logro ser usada por muchísimos años mas, en teatros por todo el mundo, como fue el caso del tradicional Teatro San Fernando de Cali, establecimiento donde se empleo esta unidad, proyectando anuncios y publicidad en láminas de vidrio, que el público podía ver generalmente antes de cada película.
Al igual que este ejemplar de los años 20's, las linternas mágicas que la precedieron durante el periodo del pre-cine, se emplearon para proyectar imágenes en placas de vidrio, transparencias o fotogramas, permitiéndole al público apreciar de forma masiva las primeras manifestaciones visuales de los paisajes y escenas del mundo. En un principio las placas con imágenes eran a menudo dramáticas, detalladas, coloridas e incluían movimiento y fueron consideradas por mucho tiempo como una auténtica maravilla por las audiencias de aquella época. Se reconoce como inventor de la linterna mágica al astrónomo y matemático holandés Christiaan Huygens, en 1659, quien construyó además el primer telescopio de alta resolución y describió matemáticamente la naturaleza ondulatoria de la luz y su propagación a través del espacio. Su dispositivo fue conocido como 'la linterna del miedo' porque era capaz de proyectar imágenes fantasmales que lucían como apariciones. La linterna mágica alcanzaría su pináculo de desarrollo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Gold E Stereopton (1922)

Gold Stereopton, modelo E, fabricado por la empresa Gold E Manufacturing en Chicago, EE.UU. Se trata en todo aspecto de una verdadera linterna mágica que fue modificada al sistema eléctrico como proyectora para láminas de vidrio, las cuales se deslizaban en la ranura frente al foco y sus imágenes pintadas eran ampliadas por una lente de aumento en la parte frontal del dispositivo, hacia la pantalla de proyección.
Su configuración se caracterizaba por la lente de aumento frontal que se deslizaba sobre rieles guía para ajustar el enfoque en la pantalla. También se distingue por la alta y angulada lámpara trasera metálica con una tapa removible y ranuras en los costados, las cuales servían para refrigerarla por aire y para dejar escapar el humo que inicialmente producía la quema de pastillas de cal con llama de alcohol en su interior. El viejo sistema de cal encendida producía la intensa luz blanca necesaria para proyectar imágenes durante el periodo del precine, a fines del siglo XIX y principio del siglo XX.
Es por este motivo, que el ejemplar heredo el viejo diseño de las linternas mágicas de finales del siglo XIX, pero de hecho fue fabricada durante la segunda década del siglo XX, sufriendo modificaciones internas con la incorporación del nuevo sistema de iluminación eléctrica y la tecnología de bombilla incandescente. Este simple diseño tuvo un gran éxito en los teatros por todo el mundo, donde se empleó masivamente para proyectar láminas de vidrio con anuncios y publicidad durante los recesos en cada función.
Su configuración se caracterizaba por la lente de aumento frontal que se deslizaba sobre rieles guía para ajustar el enfoque en la pantalla. También se distingue por la alta y angulada lámpara trasera metálica con una tapa removible y ranuras en los costados, las cuales servían para refrigerarla por aire y para dejar escapar el humo que inicialmente producía la quema de pastillas de cal con llama de alcohol en su interior. El viejo sistema de cal encendida producía la intensa luz blanca necesaria para proyectar imágenes durante el periodo del precine, a fines del siglo XIX y principio del siglo XX.
Es por este motivo, que el ejemplar heredo el viejo diseño de las linternas mágicas de finales del siglo XIX, pero de hecho fue fabricada durante la segunda década del siglo XX, sufriendo modificaciones internas con la incorporación del nuevo sistema de iluminación eléctrica y la tecnología de bombilla incandescente. Este simple diseño tuvo un gran éxito en los teatros por todo el mundo, donde se empleó masivamente para proyectar láminas de vidrio con anuncios y publicidad durante los recesos en cada función.
Chas Beseler (1940)

Proyectora de láminas de funcionamiento eléctrico construida por la empresa Chas Beseler Co. en Nueva York, EE.UU. Fue donada por el empresario radial Otto Burckhardt, director de Radio Palmira.
Construida con una marcada línea cuadrangular, su concepción se deriva del diseño de las antiguas linternas mágicas. Tiene aberturas laterales de doble fondo para refrigerar la caja de la lámpara del calor emitido por la bombilla incandescente en su interior y además exhibe una chimenea muy achatada por donde deja escapar con facilidad el calor remanente.
El foco también posee forma de caja con una tapa para acceder a los lentes ópticos acomodados en su interior. La proyectora trae dos varillas extensibles que le sirven para retraer o extender el lente frontal de aumento con cuya óptica se enfocan las imágenes en la pantalla de proyección.
Construida con una marcada línea cuadrangular, su concepción se deriva del diseño de las antiguas linternas mágicas. Tiene aberturas laterales de doble fondo para refrigerar la caja de la lámpara del calor emitido por la bombilla incandescente en su interior y además exhibe una chimenea muy achatada por donde deja escapar con facilidad el calor remanente.
El foco también posee forma de caja con una tapa para acceder a los lentes ópticos acomodados en su interior. La proyectora trae dos varillas extensibles que le sirven para retraer o extender el lente frontal de aumento con cuya óptica se enfocan las imágenes en la pantalla de proyección.